Bibliomance...

Siendo testigos los libros y libreros, dos personas caminan sobre la alfombra color azul, entre las mesas y a la luz de las lámparas para lectura; absortos en su mundo. Sin imaginarse siquiera lo que representan el uno para el otro...

• Priscilla Hernández Lunes 24/OCT/2007 9:00 PM L. Recreativa

• Job Daniel Wong Ibarra Lunes 24/OCT/2007 9:37 PM Ajedrez

• Josué Ugalde Castro Lunes 24/OCT/2007 9:38 PM Ajedrez

• Erick Rodriguez Pérez Lunes 24/OCT/2007 10:12 PM Consulta

Dos intelectuales al fondo de la biblioteca, pegados al cristal que daba hacía el patio, sentados sobre una de las mesas para jugar ajedrez. El susurrar de su conversación, el sonido exquisito del silencio. A unos cuantos pasos de ahí, sentada sobre la alfombra color azul en posición de loto, estaba Priscilla, lejos del mundo material, confinada al espacio que describían las líneas de aquel párrafo que leía. Una blusa de cuello alto color rosa, el pelo suelto y aquel par de aretes discretos...La bibliotecaria conocía perfectamente a 3 de las 4 personas que esa noche caminaban por los pasillos de su santuario; Los 2 Ajedrecistas nocturnos y la callada Señorita del área de Novelas, visitantes habituales, familiares diría yo.

Erick, fue esa noche a la biblioteca a buscar información sobre las variables dummy para su trabajo econométrico. Tenis, mezclilla y un rompevientos. Se sentó a algunos cuantos metros de los ajedrecistas, en las mesas de lectura que comenzaban justo donde terminaban las de juego. Dejó su libreta y rompevientos sobre la mesa y fue a buscar el libro que necesitaba; recorrió algunos pasillos , buscando el área de Ciencias Económicas. Sintió un escalofrío ligero en el cuerpo, el aire acondicionado de la biblioteca seguía encendido. Llegó al pasillo, buscó en el catalogo digital el libro que necesitaba, memorizó la clave y lo fue a buscar , repitiendosela en un susurro. -E2331-, -E2331-...Lo encontró tras recorrer brevemente con la mirada el librero indicado. -Listo, éste es-. Caminó concentrado en el libro , con la cabeza hacia abajo, buscando en el índice las variables dummy...-Mmmm, variables , variables- .

Priscilla se había levantado por que se le había entumido la pierna derecha, llevaba por lo menos 1 hora en esa posición. Miró su reloj, eran las 10:40 de la noche, la biblioteca la cerrarían en 20 minutos, pero ella ya tenía el libro que deseaba llevarse: Memorias de un Cenicero. El escritor usaba un pseudonimo un tanto extraño: Jobitux. Eran breves relatos, narrados bajo evocaciones mentales que saltaban de una escena a otra, le había encantado. Una lectura ligera para esos ratos entre clases, justo lo que necesitaba. Así que encaminó sus pasos al pasillo central , y justo en la encrucijada fue cuando chocó con el despistado alumno de Mercadotecnia, que imprudentemente había decidido caminar viendo su libro. Afortunadamente, ninguno de los dos caminaba a prisa.

Erick rápidamente levantó la mirada:

-Lo siento, que pena , disculpame, ¿estas bien?-. Dijo , realmente apenado, aunque no sabía si estaba apenado por lo encantadora que lucía la chica de rosa, o por haber chocado con ella. Trató de sonreír para parecer agradable.

-Si, no te preocupes, deberías tener mas cuidado.- Contestó amablemente Priscilla, sonriendo para marcharse con la misma prontitud.

La escena se había suscitado a escasos pasos de los ajedrecistas y los había sacado de la jugada. Notaron perfectamente como Erick se quedaba viendo a Priscilla mientras ella se marchaba , dándole la espalda, encantado en el vaivén discreto y fino de aquella cadera...

Las luces comenzaron a apagarse, la señorita Mireya , la bibliotecaria cuarentona, se acercó a la mesa de los ajedrecistas. Les sonrió y les dijo: -Buenas noches niños, cómo quedaron el día de hoy?, Josué va arriba por 2 partidas ya Job.-realmente les tenía un cariño especial a aquellos jóvenes , desde que tenían 12 años venían todos los días a jugar. Parecían hermanos.

-Pues si señorita Mireya , esto de enamorarse no es conveniente para las neuronas.- Dijo Job mientras ayudaba a Josué a guardar las piezas en el tablero.

-Cómo esta eso?, Enamorado tu?. El chico neurona preso de las hormonas? eso si que tienes que platicarmelo , pero ya será mañana, que por hoy ya se acabó la jornada muchachos.- Les dijo mientras les daba una palmadita en la espalda a los dos.

-Pues , ya son 3 partidas arriba con ésta.- Expresó Josué, sonriendo ampliamente, mientras los 3 caminaban hacia el vestíbulo de la Biblioteca.

En el camino , la señorita Mireya aprovechó para avisarle a Erick que era hora de cerrar.

Al llegar al vestíbulo, Job y Josué fueron los primeros en firmar la salida en la bitácora y salir. Detrás de ellos venía Erick con el libro en las manos, no le había alcanzado el tiempo , así que se lo llevaría a casa. Firmó la bitácora...-Priscilla Hernandez. Vaya vaya.- Pensó para sí.

Al salir , encendió su cigarro...