sábado, 15 de diciembre de 2007

El Hechizo de Su Aroma....Parte V

El Reloj parecía estático, inmóvil, los segundos horas y las horas la eternidad. ¡Que diferente a aquellos 20 minutos que se le fueron como un suspiro!

Reclinado en su sillón de cuero color negro, mordiendo una de las patas de sus lentes , inmerso en sus pensamientos; suspiraba Job. Sin zapatos, con los pies desnudos, en camiseta, esperaba que el calentador de gas para el agua hiciera su trabajo, con aquella expresión en el rostro...

Aún podía sentir aquel cosquilleo en el estómago, intenso, palpable. Era incapaz de dejar de sonreír por un momento, estaba tan emocionado!, se levantó del sillón de un salto , euforico; Era tan linda, tan hermosa!... Lookin' in your eyes I see a paradiseThis world that I've found is too good to be true: La reconoció al instante: Nothing Gonna Stop Us Now!, comenzó a cantarla, a toda voz, definitivamente ése Job era un Job muy diferente al que estaba habituado a ver la Señora María Ibarra.

Así que callada observaba desde la barra del desayunador el espectáculo que su hijo estaba dando al brincotear en la sala como niño de Kinder...

Sonrió con tanta ternura, irremediablemente los recuerdos de su hijo se agolparon uno a uno en su mente, llevándosela consigo en un viaje a travéz del tiempo y el espacio... -Mamá, ¿qué vamos a cenar?- decía el pequeño Rafael a su mamá, que absorta parecía observar a su hermano Mayor. -Sirvete un ceral mijo-. Mientras la leche fría inundaba el plato de Zucaritas, María Ibarra tenía el típico síndrome de la basurita en el ojo...


-Y ahora qué te pasa eh?- Dijo mientras era abrazada fuertemente por el mayor de sus hijos, que dulcemente la mecía de un lado hacia otro.-Nada viejita, nada, sólo estoy muy contento-. Job suspiró profundamente, por un momento deseó que fuera Diana y no su madre la mujer que tenía entre sus brazos. Antes de que su mamá pudiera decirle algo, le dió un beso en la mejilla para después dirijirse al baño tarareando la canción que ambientaba la sala-comedor.

Se miró frente al espejo; tenía la sonrisa pegada al rostro como si fuese una calcomanía autoadherible. Abrió el cancel de la regadera, giró la llave del agua caliente, espero a que el baño comenzará a llenarse de vapor para abrir la llave del agua fría, A la hora de bañarse prefería el agua "Quebrada" (como solía decirle su papá cuando era pequeño).


-Mamá ,podrías preparar un poco de café por favor?. Me dormiré hasta tarde ésta noche.- Dijo mientras se pasaba el rastrillo cuidadosamente por el rostro, retirando la crema para afeitar. Abundante loción de Lavanda para cerrar los poros, inmediatamente después aquella sensación en la cara, como si alguien se la estuviera estirando, era el efecto del alcohol. -¿estará pensando en mí también la niña del aroma hechizante?...

La luz encendida, la ventana abierta, la cortina cerrada. Diana estaba recostada sobre su cama, preparada ya para dormir. Su compañera de cuarto, estaba frente a la computadora a unos pasos de ella, con los audifonos puestos, absorta en su mundo. Definitivamente aquel chico le gustaba. Diana se había propuesto al comenzar sus estudios universitarios, no involucrarse sentimentalmente con nadie, deseaba dedicarse de lleno , quería seruna ezx, no quería distracciones. Eran demasiados sacrificios y esfuerzos, no podía defraudar ni a sus padres ni a ella misma. -Ya voy en 5to semestre, no debo ninguna materia, voy muy bien. No estaría...-pensaba para sí, mientras miraba el techo color azul de la habitación. Volteó a ver la sombrilla que estaba recargada sobre la puerta de la entrada. Sonrió...

El ajetreo en el café no era suficiente como para sacar a Daniel de sus pensamientos. Un intenso dolor en el estómago producto del coraje y la impotencia que envenenaban su cuerpo, el ceño fruncido...Daniel era por mucho, el mesero estrella del café, asi que Don Fernando no daba crédito a que precisamente Daniel fuera el culpable de las 3 quejas que había recibido esa noche. Don Fernando le tení un cariño especial al muchacho, había comenzado a trabajar en el café desde que tenía algunos 12 años, siempre con aquella entrega, con aquel ángel para atender a los clientes. Don Fernando aparte de su salario , de vez en vez le daba a Daniel algo para sus estudios, definitivamente era un muchacho digno de la admiración de Don Fernando, no eran muy diferentes sus historias...-¿Qué pasa contigo el dia de hoy Daniel?, Te sientes mal? Creo que es mejor que ya vayas a descansar a tu casa, ya mañana si Dios lo permite ,será otro día.-
------------------Para que vean que si ando escribiendo pues!-----------------
Saludos A todos los lectores que siguen visitando este rinconcito!, la vdd Gracias!!!!

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